LOS DESGUACES COMO CONTRIBUIDORES AL MEDIO AMBIENTE

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Para muchos los desguaces todavía se ven como aquellos cementerios de coches de hace décadas, donde los conductores se deshacían de los vehículos que ya no les eran útiles. En estos depósitos de vehículos, la reutilización se limitaba a algunos componentes y metales valiosos, como el plomo de las baterías.

Ese concepto primitivo del desguace ha evolucionado hasta lo que hoy en día se conoce como Centro Autorizado de Tratamiento, o CAT. Un CAT lleva a cabo un proceso medioambiental de responsabilidad, ya que se encarga de descontaminar los coches, reciclar sus componentes. Además, los Centros Autorizados de Tratamiento recolectan una oferta extensa de piezas de coches que pueden usarse como recambios.

Procesamiento de un vehículo en el desguace

 

En el escenario actual, donde los desguaces han dejado de limitarse a ser depósitos de vehículos, el proceso que experimenta un coche al final de su vida útil ha cambiado mucho. Algunos aspectos importantes de este proceso son:

–        La zona de recepción del vehículo tiene que encontrarse totalmente impermeabilizada”

–        Existe un plazo máximo de un mes para descontaminar el vehículo.

–        La descontaminación consiste en la retirada de todos los líquidos y elementos que hacen que el vehículo todavía pueda considerarse un residuo peligroso: baterías, lubricantes, o líquido de frenos.

–        En la descontaminación se eliminan también aquellos elementos que, aunque no se consideren peligrosos, pueden ser reutilizados o simplemente porque estorban en el proceso de reciclaje. Ejemplos de estos elementos serían los vidrios y los neumáticos.

–        Los elementos que todavía puedan ser reutilizados en la reparación de otros coches se desmontan para ser catalogados y almacenados.

–        El remanente se compacta en una prensa antes de ser enviado a las plantas de triturado.

Legislación de los desguaces

 

Con la aparición de la directiva europea 2000/53/CE se establecieron nuevas normas para la gestión ambiental de los vehículos descartados. Dentro de la legislación española, la nueva normativa establecida en la directiva europea se recoge en el Real Decreto 1383/2002. Este Real Decreto tiene por objeto establecer medidas para prevenir la generación de residuos procedentes de los vehículos, regular su recogida y descontaminación al final de su vida útil, así como las demás operaciones de tratamiento, con la finalidad de mejorar la eficacia de la protección ambiental a lo largo del ciclo de vida de los vehículos.

Con esta nueva legislación las empresas responsables de los desguaces han sufrido una evolución gracias a la cual acometen algunos de los problemas medioambientales más importantes del sector del automóvil.

Además estas directrices no sólo afectan a los desguaces, sino que comprometen igualmente a los fabricantes, que están obligados a facilitar el proceso de desmontaje y reutilización de los vehículos desde el origen. El diseño de los vehículos y los procesos productivos de los vehículos quedan así de igual forma bajo la lupa de la sostenibilidad.